Gobernar con IA: por qué las instituciones públicas deben hacerlo bien*
- German Ramirez
- 29 sept
- 6 Min. de lectura

Introducción: Una nueva frontera para los gobiernos
La Inteligencia Artificial (IA) ya no es una tecnología de vanguardia reservada para laboratorios de investigación o gigantes tecnológicos, sino que se está convirtiendo en parte del engranaje cotidiano del gobierno. Desde la aplicación de impuestos a la gestión del tráfico, pasando por la asignación de beneficios sociales o el procesamiento de solicitudes de inmigración, la IA está transformando silenciosamente la manera en que los estados interactúan con sus ciudadanos.
El exhaustivo informe de la OCDE “Gobernar con Inteligencia Artificial (2025)” pone de relieve esta realidad. Su mensaje es claro: los gobiernos están en una posición única para desbloquear el potencial de la IA para brindar servicios públicos mejores, más rápidos y más justos; pero también cargan una responsabilidad grande. En el sector privado, un sistema de IA mal gobernado puede perjudicar a los clientes; un sistema de IA mal gobernado en el sector público puede socavar la legitimidad democrática en sí.
Este blog analiza los hallazgos de la OCDE y los coloca en el contexto de la educación, el liderazgo y el desarrollo institucional, las áreas en las que GRG Education trabaja todos los días.
1. El estado de la cuestión: donde la IA ya está en el gobierno
La OCDE muestra que la IA ha ido mucho más allá de proyectos piloto. Algunas de las aplicaciones más comunes incluyen:
Recaudación de impuestos e ingresos: los algoritmos detectan fraudes, señalan anomalías y aceleran los reembolsos.
Servicios de empleo y bienestar: la IA empareja a los solicitantes de empleo con las vacantes, automatiza las verificaciones de elegibilidad de beneficios y pronostica las tendencias laborales.
Seguridad pública: el reconocimiento facial, la vigilancia predictiva y la vigilancia plantean preocupaciones tanto éticas como de eficiencia.
Servicios al ciudadano: los chatbots responden consultas rutinarias, guían a los usuarios a través de los procesos administrativos y reducen las cargas del centro de llamadas.
Esta diversidad de uso muestra la promesa de la IA, pero también deja en claro la naturaleza fragmentada y desigual de la adopción. Algunas agencias públicas están avanzadas; otras carecen de capacidad; pocas operan dentro de marcos nacionales coherentes.
2. Los principales desafíos identificados por la OCDE
a) Confianza y legitimidad
Los gobiernos existen sobre la base de la confianza. Cuando los ciudadanos sienten que los sistemas de IA son opacos o injustos, la resistencia social puede escalar rápidamente. El informe enfatiza que la transparencia y la rendición de cuentas no son opcionales; son condiciones previas para el uso sostenible.
b) Parcialidad y discriminación
Los algoritmos aprenden de los datos y los datos reflejan las desigualdades históricas. En la asignación de bienestar o la justicia penal, esto puede amplificar las injusticias existentes. La OCDE advierte que las salvaguardias son actualmente inconsistentes e insuficientes.
c) Dependencia del proveedor
Muchos gobiernos dependen en gran medida de proveedores privados, importando sistemas de "caja negra" que no pueden explicar ni controlar completamente. Se corre el riesgo de dependencia, falta de soberanía y limitado poder de negociación.
d) Regulación fragmentada
El desarrollo de la IA avanza más rápido que la elaboración de leyes. Como resultado, los ministerios y agencias adoptan herramientas sin orientación unificada, lo que lleva a una gestión de riesgos desigual.
e) Brechas de capacidad
Los servidores públicos a menudo carecen de la capacitación para evaluar críticamente los sistemas de IA, administrar contratos o anticipar impactos sociales a largo plazo. El informe es contundente: el desarrollo de capacidades es tan importante como la adquisición de tecnología.
3. Las oportunidades si los gobiernos lo hacen bien
A pesar de los riesgos, el informe de la OCDE destaca un enorme potencial existente. Los gobiernos que adoptan la IA sabiamente pueden ofrecer:
Eficiencia a escala: procesamiento de impuestos más rápido, tiempos de espera más cortos y menos papeleo.
Mejor diseño de políticas: las herramientas de IA pueden simular resultados de políticas, anticipar cambios económicos y modelar sistemas complejos como la atención médica o el clima.
Servicios específicos: apoyo laboral personalizado, aprendizaje adaptativo en la educación, detección temprana en la atención médica.
Transparencia y apertura: la IA explicable puede mejorar la comprensión de los ciudadanos si los gobiernos se comprometen con la divulgación y la participación.
De manera crucial, la OCDE enmarca la IA no solo como una actualización técnica, sino como una oportunidad para repensar la gobernanza: más receptiva, informada por los datos y centrada en el ciudadano.
4. Lo que esto significa para la educación superior y el desarrollo del liderazgo
Para GRG Education los hallazgos de la OCDE aterrizan cerca de casa. Capacitar a los futuros líderes para un mundo habilitado por IA requiere mucho más que solvencia técnica: requiere un foco preciso en la gobernanza y la ética.
Áreas clave en la educación superior en las que la IA puede intensificarse:
Escuelas de políticas públicas: integrando marcos de gobernanza de IA, estudios de casos y enfoques regulatorios en los planes de estudio básicos.
Ciencias médicas y de la salud: preparando médicos y enfermeras para interactuar con las herramientas de diagnóstico de IA de manera responsable.
Programas de negocios y derecho: habilitando a los estudiantes para negociar contratos de IA, evaluando riesgos y garantizando el cumplimiento de las leyes en evolución.
Educación ejecutiva: brindando a los gerentes y funcionarios públicos herramientas prácticas para liderar la adopción de IA de manera responsable.
Las universidades también pueden actuar como catalizadores neutrales: reuniendo a gobiernos, empresas privadas y la sociedad civil para probar proyectos piloto en entornos controlados antes de escalarlos a nivel nacional.
5. Recomendaciones de la OCDE: una guía práctica
La OCDE establece un conjunto de recomendaciones que pueden servir como hoja de ruta para los gobiernos y sus gestores. Resumen ejecutivo:
Desarrollar estrategias nacionales coherentes de IA que integren la ética, la regulación y el desarrollo de capacidades.
Institucionalizar la transparencia y la rendición de cuentas a través de la IA explicable, la comunicación ciudadana y los estándares de datos abiertos.
Invertir en la capacidad del sector público: capacitación, mejora de habilidades y contratación de personal alfabetizado en IA.
Fortalecer las reglas de adquisición para que los gobiernos no se conviertan en rehenes de las soluciones de proveedores propietarios.
Fomentar la cooperación internacional: dado que los sistemas de IA cruzan fronteras, también debe hacerlo la gobernanza.
Crear ciclos de retroalimentación: supervisión ciudadana, auditorías y organismos de revisión independientes.
6. Por qué esto es importante para el Sur Global y las economías emergentes
Si bien el informe de la OCDE refleja principalmente a los estados miembros, lo que está en juego es aún mayor en las economías emergentes. Las instituciones débiles combinadas con un marketing agresivo de proveedores pueden crear un "colonialismo de IA": sistemas importados que dan forma a vidas sin adaptación local. Para América Latina, África y el sur de Asia, el desafío es construir capacidad soberana, no solo adoptar sistemas, sino gobernarlos.
Aquí, las asociaciones internacionales (incluidas las universidades con alcance global como la red Jesuita) pueden desempeñar un papel vital para cerrar las brechas de conocimiento y garantizar que la adopción no supere la gobernanza.
7. Perspectiva educativa GRG: Construyendo un círculo virtuoso
En GRG Education, vemos tres niveles de intervención en los que los proveedores de educación superior pueden alinearse con la visión de la OCDE:
Diseño curricular: integrando la gobernanza de la IA en los programas de derecho, política, medicina y negocios.
Capacitación en liderazgo: ayudando a los funcionarios públicos a desarrollar tanto la alfabetización técnica como la brújula ética para administrar la adopción de IA.
Investigación aplicada: asociándose con los gobiernos para evaluar programas piloto, identificar riesgos y documentar lecciones.
Esto crea un círculo virtuoso: una mejor gobernanza → una mayor confianza → una adopción más amplia → datos más ricos → sistemas de IA mejorados.
Conclusión: gobernar con IA se trata de gobernarnos a nosotros mismos
El informe Gobernar con Inteligencia Artificial de la OCDE deja un punto muy claro: la gobernanza de la IA no se trata solo de algoritmos, se trata de la democracia misma. Los gobiernos no pueden permitirse abdicar de la responsabilidad a los proveedores o dejar que la adopción se anteponga a la supervisión.
Para los educadores y líderes universitarios, esto representa tanto un desafío como una oportunidad. Al equipar a la próxima generación de profesionales con las habilidades para gobernar la IA de manera inteligente, podemos garantizar que la tecnología sirva a los ciudadanos, fortalezca las instituciones y refuerce, no erosione, la confianza en la vida pública.
*Texto desarrollado con ayuda de IA.




Comentarios